LA DIVISIÓN
"como es arriba, es abajo"
(Ley Hermética de correspondencia)
Hubo una vez un Universo en el que los seres decidieron ir más allá en la apuesta,
elevar el nivel de dificultad en el desafío, y probar sus límites.
Decidieron probar a vivir con sólo la mitad de su cuerpo y sus capacidades.
Así, cada ser dió origen a dos seres especulares: uno derecho y otro izquierdo,
ambos conectados al original; pero con menos capacidad que éste.
Dos seres especulares y complementarios,
paradójicamente idénticos y opuestos a la vez.
Encarnación tras encarnación, olvidaron su Ser original
y ni siquiera tenían conocimiento de la existencia de su complemento.
Se adaptaron muy bién a una civilización diseñada para entidades derechas
ó entidades izquierdas. Ya nadie concebía en su imaginación a un ser vivo simétrico.
Se adaptaron muy bién; y llamaron "natural" a su caprichosa existencia llena de limitaciones.
No eran concientes de estas limitaciones, ni de su incompletitud.
Pero no eran felices.
Muchas vidas de sufrimiento, de arduo trabajo y de profunda reflexión
les llevaría retomar esa conciencia;
y retomar la conexión con el Ser original.
Algunos se cruzaban ocasionalmente con su ser especular;
y sufrían el trauma de una atracción irresistible,
inexplicable, e incomprendida.
Un irracional impulso a la unión.
Una unión imposible de ser vivida
dentro de los límites de su mundo para derechos e izquierdos.
Entonces, experimentaban el Paraíso por un día
y el infierno por la eternidad.
En su mente, no podían concebir la posibilidad
de una existencia fuera de las restricciones, y la privación;
de una existencia en Plenitud y Felicidad;
de un Universo más amplio, más elevado y más logrado.
En su mente, no podían concebir la verdadera Vida.
