EL GRAN DESAFÍO
El desafío consistía en emprender un largo viaje a los confines,
a la periferia de la Creación,
muy lejos del Hogar.
A un lugar remoto,
un lugar frío y oscuro; más allá del velo del olvido,
en donde la visión se desvanece, y la llama titubea;
en donde se pierde la memoria del camino recorrido,
de la meta perseguida,
y hasta del propio nombre.
El desafío consistía en separarnos,
y reencontrarnos en la oscuridad,en el frío, más allá del velo del olvido;
para unir otra vez nuestras Llamas, y encender el Fuego Sagrado
y hacer brillar nuestra luz, allí, en los confines aún no conquistados de la Creación.
El desafío consistía en mantener la Llama encendida.
El desafío consistía en volver a recordar nuestro nombre.
El desafío consistía en reconocernos, y volver a Amarnos.
No parecía entonces una empresa tan difícil.
¿Quién o qué podría separarnos?
Nada sabíamos de la máquina centrífuga diseñada por los desalmados
para degradar y extraer cada gota de la sagrada energía del ser almado.
Nada sabíamos de parásitos y depredación.
Nada sabíamos de crueldad y perversión,
de implantes y falsificación.
No había forma de prever el autocercenamiento,
la alienación, la autonegación;
en manos de los abusadores egoístas
que llamaron "egoísmo" al Amor propio,
que declararon "ilegal" a la propia Conciencia,a la voz interior.
No había forma de prever la huida del amado,
el desconocimiento y el abandono:
en manos de los malversadores, concentrados de mentira,
que prostituyeron a la materia, desconectándola de la Fuente;
y nos violaron;
desvinculando definitivamente en nuestra mente
a la atracción magnética entre las almas afines
del verdadero Amor;
llamando "verguenza"a la unión de los legítimos amantes;
y promoviendo la promiscuidad y la aberración.
Así es como fuimos separados del amado.
Así es como fuimos separados de la Fuente.
Así es como fuimos privados de nuestro alimento.
Así es como fuimos privados de nuestro verdadero Ser.
