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                La Gran Salida


Los portadores de Energía-combustible al Universo físico son las Almas encarnantes.

Y la reencarnación es compulsiva, hasta la formación del Cuerpo de Luz.

Así, el Ser que no accede a desconectarse de la Fuente, para unirse a las filas de los parásitos involutivos; desciende a la encarnación una y otra vez,
sólo para soportar injusticia, y ser despojado de su Energía en todas las formas posibles, hasta la agonía, hasta la extenuación.

Pero, en algún punto de la cacería; el Ser descubre que
la lucha y la resistencia ya no tienen sentido,
porque ya nada le interesa retener,
excepto su cuerda de Luz a la Fuente.
Es entonces,
cuando el Cielo  se abre y todo se ilumina,
el Ser se hace Uno con su Cuerda de Luz,
y los cazadores pierden el rastro.
La Espada de Miguel corta los últimos lazos con el bajomundo.
El laberinto puede verse desde arriba, y todo se comprende.
La Rueda se detiene. Se abre el portal de la Gran Salida,
y una ola de Extasis avanza hacia el laberinto,
dejando impresa una nueva Leyenda
   y una nueva clave , en su retirada.

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