IMAGINA
un Universo de dipolos magnéticos
estables, completos y felices,
cada cual circulando su energía de polo a polo...
y estáticos en su evolución.
Tan estáticos... que se hace necesario separar los polos
para reiniciar el movimiento; para impulsar la interacción.
Drástica y cruel resolución.
Cada dipolo es único en su naturaleza, en su ordenamiento molecular.
Luego, cada polo positivo atraerá a millones de polos negativos; y viceversa.
Habrá mayor o menor afinidad, de acuerdo a la estructura interna del polo opuesto que se atrae.
Sin embargo; habrá uno,y solo uno; que se acoplará perfectamente.
Uno, y solo uno; para recuperar la interacción original.
Uno, y solo uno; para volver a ser una unidad.
Sólo imagínalo,
y descubrirás
que esta imagen ya estaba impresa
en los archivos más remotos de tu Mente,
en la fibra más doliente de tu Corazón.
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