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La paradoja del Guerrero


Venimos a sacrificarnos ó a ser felices?

Venimos a soportar privación y necesidad en pos de construir algo más importante?

Y qué es eso más importante que la no-privación, la no-necesidad, la felicidad?


Para el alma conectada a la Fuente, el propio descenso a la materia (la encarnación) lleva implícita la aceptación del sacrificio; porque la desconexión y la amnesia requeridos son el origen.

Así, bajamos dispuestos a soportar y a esforzarnos.Y en el alma medianamente evolucionada, este impulso inconsciente permanece.No así el recuerdo consciente del propósito.

Así, el Guerrero del Amor, equipado con un fuerte impulso al sacrificio requerido para el descenso, pero velado en su conciencia; llega a veces al autosacrificio, intentando apagar su propia Llama; sin reconocerla como el fin último y el logro, el Fuego inextinguible en el altar.


Esta es la paradoja del Guerrero del Amor.


La clave está en sacrificar lo menor en función de lo mayor.

Lo que es bueno para el Todo, no puede ser malo para alguna de sus partes.

Despejar lo superfluo. Reconocer lo esencial.

Saber cuál es el madero que puede quemarse, y que está al servicio.

Saber cuál es el Corazón del bosque, el intocable, el Árbol central.


Cuando el guerrero se topa con aquel sacrificio que no puede transitar; porque implica autonegación, pérdida de propósito, sentido e identidad; está otra vez en "la encrucijada",con dos posibilidades a transitar:

*continúa ciegamente con la inercia de la privación, y sacrifica su alma a un propósito menor; dando fin a otra encarnación sin éxito(sin exit)

*ó reconoce que está finalmente frente al tesoro buscado y anhelado por eones; aquel que no es sacrificable, porque no hay nada por encima, porque no hay nada más allá.



Entonces, a qué bajamos de nuestro Cielo, dispuestos al sacrificio, dispuestos a la lucha?

Entonces, qué es más importante que la no-privación, la no-necesidad, la felicidad?


La no-privación, después de haber conocido la privación; es más.

La no-necesidad, después de haber experimentado necesidad; es más.

Abandonamos la felicidad, en pos de la Felicidad;

porque el retorno es en una octava superior, en una vuelta más alta de la espiral;

una Llama más poderosa en el Altar.









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