Esforzarnos para Ser
o para no-Ser ?
El Gran Desafío fue, es y será
esforzarnos para ser el original, el verdadero Ser,
aquí en la Tierra como en el Cielo.
La autonegación, el autosacrificio es, paradojicamente, lo contrario.
Aún subsiste una pregunta,
que deberemos responder
para transmutar nuestro pecado original:
cómo y por qué caímos en este error radical?
Quizá porque creímos que construir
consistía en responder afirmativamente a toda demanda externa;
sin considerar equilibrio, ni demanda interna.
Pensamos que hacer a pedido del prójimo,
sin considerar la propia necesidad, y quitándonos de la ecuación;
es bondad.
EL BIÉN ES PARA EL TODO,
O NO LO ES EN ABSOLUTO.
Quitándonos de la ecuación,
nos apartamos de nuestro propio Corazón
y rechazamos el Amor propio, el propio suministro exclusivo
emanado por la Fuente, y canalizado por el Ser Superior.
Nos desconectamos. Nos perdimos.
Corriendo en sentido opuesto a la meta;
una y otra vez, durante demasiadas encarnaciones.
Hasta aprender a priorizar la Voz interna.
Hasta entender que nada se construye apartado de la propia esencia.
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