El
libre albedrío es un derecho.
El libre albedrío es un deber.
Implica análisis, ensayo, error, corrección, y riesgosa elección.
Es etapa infranqueable en el sendero evolutivo.
Es el mar pantanoso que hay que cruzar,
sin divisar la otra orilla,
y que parece nunca acabar.
Pero acaba…
y cuando se alcanza la otra orilla,
la senda se suaviza, y se ilumina.
EL LIBRE ALBEDRÍO HA SIDO SUPERADO.
Este suceso tiene lugar
cuando se comprende plenamente que nada es casual,
que toda causa tiene un efecto kármico,
que todo suceso está interrelacionado;
y que el Orden Cósmico descansa sobre Leyes Infalibles
que responden a un Plan
que conducen a un Fin
Cuando se comprende plenamente
que la violación a la Ley implica sufrimiento
y que “felicidad es sintonía con la Ley”
El libre albedrío es un deber.
Implica análisis, ensayo, error, corrección, y riesgosa elección.
Es etapa infranqueable en el sendero evolutivo.
Es el mar pantanoso que hay que cruzar,
sin divisar la otra orilla,
y que parece nunca acabar.
Pero acaba…
y cuando se alcanza la otra orilla,
la senda se suaviza, y se ilumina.
EL LIBRE ALBEDRÍO HA SIDO SUPERADO.
Este suceso tiene lugar
cuando se comprende plenamente que nada es casual,
que toda causa tiene un efecto kármico,
que todo suceso está interrelacionado;
y que el Orden Cósmico descansa sobre Leyes Infalibles
que responden a un Plan
que conducen a un Fin
Cuando se comprende plenamente
que la violación a la Ley implica sufrimiento
y que “felicidad es sintonía con la Ley”