Tesla
nos mira directamente, personalmente a los ojos;
atravesando
un siglo de indiferente incomprensión,
cual
rayo atravesando una nube sucia.
Y el
rayo nos alcanza, uno a uno,
a cada
uno en su hora.
Ya no
se pueden evadir responsabilidades.
Los
Negadores cargan con una deuda aplastante
que
aumenta al ritmo inflacionario
del
infame Sistema Monetario Global.
Claro
que Tesla no es el único;
otros
también, antes y después,
completaron
su propia Sagrada Labor,
aún
sabiendo que los esperaba
la
Cruz, como retribución.
Todo
está impreso en la Gran Memoria Rígida.
Un
esfuerzo más...
ya
casi tenemos las claves para el acceso.